lunes, 15 de diciembre de 2014

EL NATURALISMO

EL NATURALISMO

          Es un movimiento literario que deriva del Realismo y que lleva al extremo las ideas de este.
          El Naturalismo nació impulsado por el francés Émile Zola, quien propuso aplicar el método científico a la literatura: se trataba de describir y analizar al ser humano, que está determinado por el medio, por el momento histórico y por la herencia biológica.
          En España, los escritores rechazaron el determinismo biológico y reivindicaron el libre albedrío y el humor; sin embargo incorporaron temas y técnicas naturalistas: las descripciones minuciosas y documentadas; una menor intervención del narrador y mayor presencia de las palabras y los pensamientos de los personajes; y la influencia del medio (físico y social), de los fisiológico, de la educación y la familia en la conducta de los personajes.
          Se desarrolló en España en la década de 1880. El novelista que asimiló estas ideas fue Galdós. Su primera obra naturalista fue La desheredada (1881), si bien la más conocida es Fortunata y Jacinta (1886-1887).
          Aquí fue motivo de polémica. Los escritores tradicionalistas y católicos lo rechazaron, porque reflejaba con mucha crudeza lo más sórdido de la realidad y además negaba la libertad de los seres humanos, ya que partía de que las personas estaban determinadas por la herencia biológica y por el ambiente.
          Defensores fueron Galdós y Clarín. Con gran influencia en su estilo fueron Emilia Pardo Bazán y Vicente Blasco Ibáñez.
          Características de la novela naturalista:
Ideología:      la conducta humana está condicionada por la herencia y el ambiente.
                      Denuncia la injusticia de la sociedad burguesa.
                      Intenta reformar la sociedad a través de la educación, la sanidad… 

Literatura: novelas muy extensas y de acción escasa.
                        Descripciones objetivas y minuciosas
                        Preferencia por el personaje colectivo (la mina, la fábrica…)
                        Personajes individuales con malformaciones psíquicas o físicas.
                        Lenguaje científico, jergas, dialectalismos, coloquialismos.           

Leopoldo Alas “Clarín”.
  
          Cultivó la crítica, el ensayo, la novela y el cuento. Su producción crítica, publicada en periódicos y revistas, comprende textos satíricos, políticos y literarios, con los que pretendía formar estética y moralmente al lector.
          En cuanto a su obra narrativa, confluyen en ella diversas influencias: ciertos elementos del naturalismo, como la observación y la interdependencia           entre fisiología y psicología, y la religiosidad de las corrientes espiritualistas de finales del siglo XIX, con un cristianismo que propugna la tolerancia.
          Entre los cuentos, publicados en su mayoría en periódicos y revistas, destacan Pipá, El Quin, ¡Adiós cordera!
          Su gran obra es La Regenta (1884-1885). En ella Clarín aborda el conflicto de la búsqueda del amor ideal en un ambiente mediocre y hostil; es la historia de una carencia de amor y de amistad.
          La narración se organiza en torno a Ana Ozores, Fermín de Pas, Álvaro Mesía y la ciudad de Vetusta (detrás de la que se esconde Oviedo), y abarca los comportamientos de la aristocracia, del clero y de la burguesía en una ciudad de provincias, donde priman la hipocresía, la ambición, la inmoralidad, la incultura y el tedio.
          Los elementos naturalistas se advierten, sobre todo, en el determinismo del medio y en las circunstancias que han marcado a la Regenta: la orfandad, una infancia infeliz, una educación severa y cruel y la realidad asfixiante de la ciudad de Vetusta. Ana Ozores se debate continuamente entre esos factores y su conciencia, y esas crisis se manifiestan en reacciones fisiológicas (fiebres histéricas).
          En la obra, aparte del detallismo, los contrastes y las oposiciones temáticas y las técnicas realistas, sobresale especialmente el uso del estilo indirecto libre. Este tipo de discurso, junto con los diálogos servirá para caracterizar a los personajes y su vida interior. El narrador interviene a veces en la historia con profunda ironía.

Emilia Pardo Bazán

          Mujer de gran cultura, desarrolló una intensa actividad intelectual como periodista, narradora y crítica literaria.
          En 1883 publicó La cuestión palpitante, un análisis y, a la vez, una crítica del naturalismo francés representado por Zola. Desde sus creencias católicas rechazó el determinismo y la representación de “asuntos repugnantes o desvergonzados”, aunque elogió el método de la observación minuciosa, así como la calidad artística del escritor francés.
          La narrativa de Emilia Pardo Bazán incorpora elementos naturalistas: descripciones minuciosas, influencia del medio y situaciones violentas y escabrosas.
          En Los pazos de Ulloa describe la Galicia campesina del siglo XIX: un mundo lleno de ignorancia, violencia y crueldad. El enfrentamiento entre el campo y la ciudad se resuelve en la oposición civilización-barbarie. El medio rural representa aristócratas decadentes y degradados, caciques, criados codiciosos y brutales, seres primarios. Los personajes del entorno urbano, indefensos y débiles, sufrirán un proceso de marginalidad y destrucción.

Vicente Blasco Ibáñez

          Escritor valenciano. Sus primeras composiciones son novelas de tesis, al servicio de sus ideas, de la razón y de la ciencia y en contra del fanatismo religioso.
          En las novelas regionalistas los elementos naturalistas están presentes en el determinismo social y biológico que condiciona el destino de los personajes en los escenarios y en las acciones sórdidas y brutales. Todo ambientado en la zona de Valencia: comerciantes pescadores, huertanos y terratenientes. Obras: La barraca, Cañas y barro.

          En sus últimas obras, después de un segundo período de novelas de tesis, en este caso de carácter social, Blasco Ibáñez mezcla realismo y aventura, sentimentalismo y exotismo, en la búsqueda de una literatura que pudiera interesar al gran público. Destaca Los cuatro jinetes del Apocalipsis.

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